La poesía es un género literario en el que caben todos los géneros literarios. Si en el aspecto formal lleva al máximo grado lo que define a toda literatura (el arte de componer música con las palabras) su contenido se extiende a través de todos los tipos de escritura: hay poesías épicas y líricas, pero también filosóficas y narrativas, humorísticas y dialogadas...


Pero quizá la diferencia con otras ramas de la literatura esté en que la poesía lleva al máximo grado una característica de todas ellas: decir las cosas siempre de forma indirecta. La alusión, la metáfora, la metonimia, son instrumentos al servicio de ese arte de sugerir que todo poeta cultiva, algunos de forma casi transparente (Kavafis, Borges) y otros de forma críptica (Góngora, el Lorca de Poeta en Nueva York).


El autor de este poemario es un psiquiatra de profundo bagaje cultural y amplia experiencia clínica. En su madurez ha emprendido una ambiciosa tarea que requiere, entre otras, esas dos cualidades: la de reflexionar, con las armas de la lírica, sobre los aspectos menos obvios del enfermar. Se trata de asir vivencias que no siempre son fáciles de captar, y menos de transmitir, gracias a la potente herramienta del verso.