La esperanza de vida al nacimiento de la población española en 2020, la última hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística, era de 82,33 años, con un descenso de 1,49 respecto al año anterior. Este descenso rompe de modo muy llamativo la línea ascendente que había venido manteniéndose de modo ininterrumpido durante las décadas anteriores. La causa es bien conocida, la pandemia de Covid-19. Aún no conocemos las cifras definitivas correspondientes al año 2021, pero es razonable pensar que habrá un nuevo descenso, aunque quizá menos acusado. Y cuando se consiga volver a la normalidad anterior a la pandemia, la cifra volverá a crecer al ritmo que nos tenía acostumbrados, que es de dos años por década. De lo que cabe inferir que la esperanza de vida al nacimiento será dentro de tres o cuatro décadas de 90 años. Algo no solo nuevo en la historia de la humanidad, sino que es más del doble de la esperanza de vida de nuestros antepasados de hace solo cien años. Conviene recordar que la esperanza de vida al nacimiento en la España de 1900 era de 34,76 años, y que en esto coincidía con la de los otros países occidentales.


No solo se ha prolongado la esperanza de vida sino también la llamada esperanza de vida útil, de modo que vivimos más y con mayor calidad.